miércoles, 21 de septiembre de 2011
lunes, 12 de septiembre de 2011
Vuelta al cole 2011
domingo, 11 de septiembre de 2011
16 años
Adolescencia, 16 años, una época díficil, muy díficil. Te enteras de todo, pero solo a medias porque todo te lo quieren ocultar, piensan que eres demasiado niña para saber y entender todos esos problemas cuando tú en el fondo muchas veces te haces la tonta por querer ser feliz. A los 16 años tienes opinión, pero al fin y al cabo ¿para qué? nadie te escucha, puedes hablar, gritar y susurrar al oído, decir cosas con sentido o solo pensarlas porque al abrir la boca la gente te mirará mal, con esa edad parece que el derecho de opinión es nulo, parece que de tu boca solo salen tonterías y eso muchas veces no es cierto, la vida se ve desde otra manera y puedes tener cosas que decir pero nadie nunca lo sabrá. 16 años, pequeña para la mayoría de las cosas, mayor para otra gran parte, edad en la que no saben si ponerte en la mesa de niños o en la de adultos, una edad confusa, que no sabes como actuar y puedes meter la pata si lo haces mal que es casi siempre. Dicen que esta es la mejor edad... yo me niego a creerlo. Puede que me ponga nerviosa el primer dia de cole, puede que me encante levantarme a las 8 de la mañana el 6 de enero para abrir mis regalos como si fueran mis primeras navidades, puede que me ria de cosas sin sentido pero como muchas veces he dicho es una careta para ocultar una madurez que por desgracia me llegó demasiado pronto, una madurez que con apenas 8 años me obligaron a tener. Pero no voy a cambiar a quien no le guste ajo y agua, que no mire, que hay paisajes muy bonitos
jueves, 8 de septiembre de 2011
Vogue Fashion night Out
Mañana tras la noche de tanto glamour de ayer, vuelta a la rutina. Verano te echare de menos
martes, 6 de septiembre de 2011
11
lunes, 5 de septiembre de 2011
domingo, 4 de septiembre de 2011
Tolerancia 0
Presumimos de Tolerancia pero a la mínima ya se critica a cualquiera. A la mínima ya estamos juzgando, juzgamos por diversos motivos, religión, raza, apariencia e incluso gusto musical… Desde siempre he intentado ser tolerante, he intentado no cerrarme para no perderme algunas de las mejores cosas de la vida pero desde siempre tienes que aguantar ser criticada, juzgada, que te miren con malas caras incluso tus amigos… Actos que hemos cometido y que no nos avergüenzan pueden llegar a ser un arrepentimiento cuando tus amigos te ponen malas caras al contarlo cuando te dicen que como has podido, perdona pero es que yo no he hecho daño a nadie, he actuado con moral y de buena manera pero parece que eso da igual, da igual lo que pienses tu, da igual que el grupo contrario se pueda manifestar, tu por ser una minoría, por ser de otra manera serás juzgado admítelo y acabaremos antes. Pero lo peor no es eso, al fin y al cabo, si tuviéramos solo una cosa por la que juzgar, si solo fuesemos un factor tendríamos las ideas claras pero que pasa que una persona no es simplemente cristiano o gay o facha o le gusta el rock, puede ser muchas cosas, y ser precisamente lo que no aparenta. Juzgamos por modas, no por ideas, este año se lleva lo punk, se lleva el rock y eres guay por llevar una camiseta con una lengua pero si el año anterior te hubiesen dicho estoy escuchando Angie de los Rolling mirarías con cara de asco y pensarías buah, que anticuado… Pero el mundo es así, se ven camisetas de futbol que hacen despreciar a otros sin querer conocerlos, gente que por acudir a misa o a una jmj ya es de los que no salen de la iglesia y llegan vírgenes al matrimonio, gente que por llevar la bandera de España tiene que ser facha, y en cuanto vemos esas cosas y no pensamos igual, nos alejamos, miramos con desprecio y criticamos, sean minorías o sean mayorías y luego parece que solo son respetados los de izquierdas, republicanos, ateos, heterosexuales y que les guste la música pop rock, es decir, la normal, eso es tolerancia? Discriminar en cuanto te sales de los parámetros que eso describe, todo el que crea un poco en Dios ya no vale, perdón pero yo no encajo en ese perfil y creo que tolero muchas cosas… no presumamos de algo que no tenemos porque a la mínima ya te están juzgando.
Simples apariencias
Apariencias, apariencias que pueden hacer mucho daño. Vivimos en una sociedad la cual se rige por estereotipos. La falsedad y la superficialidad son las únicas cosas que parecen importar y el que no cae en esas redes parece ser discriminado, el ‘’friki’’, pero lo único que intenta es ser como es siendo aceptado por la persona y no por el aspecto.
Parece mentira que algo tan superficial como eso nos pueda llevar a cometer tantas locuras, miles de chicas ingresadas en hospitales por deshidratación y falta de nutrientes a consecuencia de dejar de comer para alcanzar cánones de belleza de chicas que no alcanzan el 18 en el imc, chicos con graves lesiones por querer ser el más duro, el más malo, el más valiente, y no solo problemas de salud, fracasos escolares abundan por no querer ser el ‘’empollón’’, por querer hacer la gracia en clase y pasar así más tiempo en jefatura y en tu casa que en las clases.
Y todavía nos preguntamos por qué el mundo va así, en una sociedad basada en la imagen, basada en el consumismo, en la apariencia, en querer ser como gente que no existe realmente, de gente que se gana la vida destrozando otras o engañando, un mundo dirigido por cánones irreales, por chicos que intentan alcanzar una meta dando igual los medios, incluso haciendo daño a los demás, así la frialdad aumenta, las distancias entre personas también, los te quieros pierden su valor y el amor es algo que dejamos de tener, y que ya ni por nosotros mismos tenemos ese sentimiento, moldeándonos a lo que los demás quieren y esperan. Pero si seguimos así, también aumentará el número de hospitales, el número de crónicas que nos den malas noticias, el número de lágrimas derramadas por un ser querido al ver a alguien sufrir.
¿de verdad es tan importante el aspecto, el querer ser lo más, sin importar los demás, y que tus amigos sean simples conocidos que a la mínima te dirán adiós?
Yo me niego a vivir así, prefiero basar mi vida en las risas, en las sonrisas, en las miradas, sin importar si te gusta el futbol o los videojuegos, si eres rubio o moreno, si llevas ropa de D&G o de mercadillo. Al fin y al cabo las modas pasan, las personas permanecen.
sábado, 3 de septiembre de 2011
Los ladrones somos gente honrada.
A penas son las 6 de la tarde de un caluroso 14 de Abril. Aún quedan dos horas y ya estamos aquí los actores, tramoyistas, peluquería y maquillaje y un largo etcétera de gente… Los nervios que habían ido apareciendo estos días atrás van creciendo cada vez que miramos el reloj y vemos que la aguja va más rápido que otros días. Paseos de un lado a otro, sin rumbo alguno, idas y venidas al baño y a fumar algún que otro cigarrillo, sonrisas que casi ni podemos articular por miedo a salir ante tanta gente, miedo a quedarte en blanco poder hacer el ridículo tú y dejar mal a tus compañeros.
El tiempo pasa quizás demasiado rápido y antes de que queramos darnos cuenta ahí estamos, todos en el camerino, todos reunidos sin poder mirarnos a la cara, sin apartar la mirada del suelo, con las piernas a punto de desfallecernos. La voz del padre Carlos se oye nerviosa, al igual que se ven nuestros gestos, pero a él se le ve más confiado que nosotros, sabe que todo va a ir bien, nos dice que en estos tres días vamos a triunfar, que tanto esfuerzo habrá merecido la pena aunque no nos lo acabamos de creer. Todas las manos juntas, nuestro grito de guerra, nuestro SETENTA. Todos preparados, todos listos, la luz se va apagando poco a poco, el patio de butacas queda a oscuras y un silencio se apodera del teatro, el único sonido, el ruido del abrir del telón, un foco se enciende y empezamos….
Salen unos y salen otros, el público se ríe, parece que lo están pasando bien, pero hasta que uno no sale, no se tranquiliza, hasta que comprueba que a pesar de todo le sale la voz. Todo acaba por salir bien, muchos aplausos, entradas casi agotadas cada día. Sí, todo esto es una gran satisfacción, pero lo que más fascinación me provoca es ese gusanillo que tenemos dentro al ver que esto es el fin de tantos ensayos, de tantas risas, discusiones y charlas, de tantas palomitas y peras, de esas ganas de tirar la toalla que acabaron por desaparecer. Ahí, en esos momentos es lo que más pena nos da, ver que ahora nos faltara algo por las tardes, que echaremos de menos a tantos… Y esos días parece que hay sentimientos que crecen, cariño que se multiplica, te sientes distinta a los demás días, porque a pesar de los nervios y de que te tiembla cada parte del cuerpo, esas sonrisas de complicidad con tus compañeros, esas miradas de confianza, esos mucha mierda, esos pulgares hacia arriba, que hacen de un simple gesto algo único cuando de verdad quieren decir que todo va a ir genial, esos abrazos al terminar y esos masajes al empezar, todo, cada movimiento cobra más importancia cuando estás ahí arriba, cuando sabes que aunque te equivoques, tus compañeros te van a ayudar.
Hay gente que se ríe cuando se enteran que todo por todo este sacrificio no pagan, sin darse cuenta que todo esto no tiene precio, que con estos gestos, con esas sonrisas, yo me doy por pagada. Porque a pesar de todo somos gente honrada
Gracias por estos meses.